El vicepresidente de la empresa admite que algunos exempleados
en Corea tienen cáncer. Las familias achacan la enfermedad a productos químicos
utilizados en fábricas.
Vicepresidente de Samsung Kwon Oh-hyun |
Los trabajadores que demandaron al gigante coreano Samsung
Electronics han ganado parte de la batalla que mantienen con la empresa para
que les compense económicamente por las leucemias y otros cánceres que han
contraído algunos empleados y que, aseguran, tienen que ver con las condiciones
laborales de la planta de semiconductores en la que trabajaban. Los
semiconductores son materiales utilizados en la fabricación de productos
electrónicos como los teléfonos móviles.
La compañía presentó ayer de manera oficial disculpas y
prometió pagar una indemnización. Pero no llegó a admitir un vínculo entre las
condiciones de trabajo y el desarrollo de enfermedades. “Varios trabajadores en
nuestras plantas de producción sufrieron leucemia y otras enfermedades
incurables, lo que también llevó a algunas muertes”, dice en un comunicado que
cita la agencia surcoreana Yonhap y leído en una rueda de prensa, el consejero
delegado de Samsung Electronics, Kwon Oh-hyun. “Deberíamos haber resuelto este
asunto antes, y estamos profundamente entristecidos de que no logramos hacerlo.
Expresamos nuestras profundas disculpas”.
La compañía buscará un mediador con el que estén de acuerdo
las víctimas y sus familiares y que establezca las indemnizaciones necesarias.
Samsung se ha comprometido a resolver el asunto “con sinceridad y dedicación”.
La empresa no quiere establecer una relación directa entre
los productos químicos y las enfermedades
El anuncio de hoy se produce apenas días después de que el
presidente de Samsung Electronics, Lee Kun-hee, de 72 años, se sometiera este
fin de semana a una intervención quirúrgica tras sufrir un infarto de
miocardio.
El caso había comenzado en 2007, tras la muerte de Hwang
Yu-mi, una antigua trabajadora de la planta de Giheung del gigante de la
electrónica, cuyos familiares aseguraron que la leucemia que acabó con ella a
los 23 años tenía su origen en el contacto que había mantenido con productos
químicos a lo largo de los cinco años que trabajó en la fábrica. Tres años más
tarde, la familia de Hwang Yu-mi se sumó a otros cuatro trabajadores también
enfermos de leucemia, para exigir que se les reconociera como víctimas de
accidentes industriales, y en 2011 un tribunal de Seúl se pronunció en favor de
Hwang y otro de los demandantes. Un año más tarde, otro caso de cáncer de mama
en una trabajadora también se clasificó como accidente industrial.
A finales de 2012, la asociación que defiende a los
afectados calculaba en 160 el número de víctimas directas, de las que 60 habían
muerto. El año pasado comenzó a negociar con Samsung el posible pago de
indemnizaciones, a lo que en un principio la compañía se negó al considerar que
no existía relación entre el cáncer y las condiciones laborales.
Los casos cobraron actualidad de nuevo con el estreno en
febrero de este año de la película Otra Promesa, basada en el caso de Hwang y
que conmovió a la opinión pública.
En abril, la diputada de la oposición Sim Sang-jung se unió
a los familiares de las víctimas para exigir a Samsung que asumiera
responsabilidades y pagara indemnizaciones. Sim presentó una propuesta en el
Parlamento en la que pedía que se reconociera que 114 de 243 trabajadores que
enfermaron desde finales de los años noventa habían trabajado en plantas de
Samsung para la fabricación de semiconductores.
Fuente: El País
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