El uso de la IA fue valorado por un especialista argentino en el noticiero de Ciudadano News, El Interactivo, aconsejando que "no hay que tenerle miedo".
La inteligencia artificial puede evaluar características morfológicas y patrones de división celular, identificando los embriones con mayor probabilidad de implantación, así como detectar posibles anomalías genéticas, situación que cambiará las técnicas de la fertilización asistida.
Sergio Papier, director de Cegyr y especialista en fertilidad, destacó en el noticiero de Ciudadano News, El Interactivo que, "no hay que tener miedo a la inteligencia artificial en medicina, en particular en medicina reproductiva. La inteligencia artificial no es una herramienta es una revolución, es la cuarta revolución industrial, la segunda revolución informática y aunque no nos demos cuenta todos los días estamos utilizando la inteligencia artificial, con lo cual la inteligencia no artificial, hay que llamarla inteligencia aumentada va a permitir ser más inteligente y mucho más sabios a la hora de tomar decisiones, con el análisis más propicio de los datos".
"En medicina en general y en medicina reproductiva hay que entender que es una ciencia compleja y maneja muchas variables, muchos datos y es imposible que el cerebro humano pueda analizar todos esos datos a la vez. Entonces la herramienta de la inteligencia artificial nos va a ayudar a tomar mejores decisiones. Por otro lado, desde la perspectiva de los pacientes, es un derecho a tener información objetiva de todo lo que está sucediendo", dijo.
Y agregó: "Entonces hoy estamos ante una primera versión, porque en medicina reproductiva todo llega un poco más tarde, es más complejo que otras medicinas y ya podemos evaluar modelos de predicción de embarazo para ver si la paciente quiere hacer un tratamiento con base en esa predicción. Poder saber la calidad del óvulo en la mujer, o la calidad del espermatozoide en el hombre y ver qué pasa con sus embriones en laboratorio. También conocer el riesgo genético de descendencia. La utilidad es amplia y superpositiva".
Admitió que, "estamos en un momento muy complejo donde las tasas de natalidad están cayendo de manera más abrupta de lo que teníamos proyectado. Paradójicamente, están aumentando los tratamientos de reproducción asistida, pero también está madurando ese mercado en el sentido que tampoco quieren reproducirse desde el punto de vista asistido, si bien hay nuevos pacientes que son las personas hombres solos, pareja de hombres, que requieren de técnicas de reproducción asistida o que quieren hacer estudios en los embriones, en definitiva hay una disminución de las tasas de natalidad, un aumento en los tratamientos de reproducción asistida, pero también adecentándose y un boom en lo que es la inteligencia artificial, lo que significa en adquisición de datos, análisis de datos, estandarizarlos incluso hacer investigación macho más precisa y más objetiva".
"Hay un síndrome silencioso que se llama Burnout, todos los estamos pasando, esto de tener tantos datos en la vida hace que estemos un poco más estresados, imagina un escenario de una pareja que busca un embarazo. Por eso no solo se necesita de esta inteligencia artificial, la inteligencia aumentada, sino también de inteligencia ética, emocional para saber cómo comunicar más allá de toda esta información que nos llega desde la inteligencia artificial. Es decir, que el médico se va a tener que esforzar mucho más para poder analizar todos estos datos y cómo trasladarlo a los pacientes. Ese punto emocional, en definitiva, tiene que ser para mejor, para bien", consideró.
Reflexionó que, "Nunca ha habido una brecha generacional tan marcada como en estos momentos, en todos los aspectos, tenemos brechas generacionales entre médicos, médicos muy experimentados, pero que capaz no conocen estas herramientas nuevas y médicos muy jóvenes que conocen estas herramientas, pero no tienen la experiencia. Es muy importante, más allá de estas herramientas, un modelo de atención diferente, que es un modelo de atención no tan vertical como era antes, sino más transversal, más multidisciplinario, con la participación activa del paciente. Esto está dentro de lo que llamamos la medicina de precisión, la medicina reproductiva de precisión".
"Hay un trasfondo social y económico de los países, porque quienes van a sostener a la población adulta es la gente joven que trabaja, ahora si esa gente joven debe trabajar y sostener las jubilaciones y la salud de los grandes no nace, el problema ya está instalado en las regiones, es un bien privado, la mayoría de los tratamientos son privados con un interés público muy trascendente porque va a hacer a la economía de los países. Entonces digo, no es que nos tenemos que adaptar a la tecnología, sino que debemos evolucionar y esa evaluación debe ser conjunta, tenemos que evolucionar los médicos, los pacientes, la sociedad científica, los gobiernos, la industria farmacéutica, las empresas de inteligencia artificial, es decir estamos en una situación muy interesante como para dar el salto a la medicina reproductiva del futuro", concluyó.
Fuente: Ciudadano News
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