viernes, 26 de abril de 2024

Inteligencia artificial aplicada a la medicina

Google Cloud creó una plataforma destinada a médicos para aliviar cargas administrativas.



Google Cloud anunció nuevas soluciones para ayudar a las organizaciones de atención médica a implementar inteligencia artificial generativa en sus procesos de atención de sus pacientes y ayudarlas así a hacer más eficientes las bases de datos con información valiosa de los pacientes, habilitar la interoperabilidad de los datos disponibles y mejorar la atención y servicio.

Vertex AI Search for Healthcare es la versión de la plataforma de la nube especialmente diseñada para la industria de la salud que permite crear modelos de aprendizaje automático y ayuda a los desarrolladores a crear una mejor tecnología de asistencia para médicos y otros trabajadores del sistema sanitario con el fin de aliviar la carga administrativa. A partir de ahora, sus capacidades de búsqueda de información y elaboración de respuestas se integrarán con una nueva serie de desarrollos que optimizan su alcance y resultados. 




Fuente: Página/12

jueves, 25 de abril de 2024

Dengue: la Municipalidad de Yerba Buena implementó un nuevo servicio de telemedicina

Además, se sigue con las labores de descacharreo, fumigación y un amplio trabajo de prevención en toda la ciudad.



En medio de la crítica situación que enfrenta nuestra provincia debido a la propagación del dengue, la Municipalidad de Yerba Buena ha implementado un nuevo servicio de telemedicina que se ha convertido en una herramienta digital práctica y de asistencia social.

A través de la aplicación móvil Yerba Buena Digital, los vecinos ahora tienen acceso a un conjunto de servicios de atención médica remota, que también ayuda a aliviar la presión sobre los centros de salud y, sobre todo, a contener la propagación del dengue en la ciudad.

"Como municipio, nuestro aporte ha sido sumar al módulo de salud existente en nuestra aplicación 'Yerba Buena Digital' un sistema de autochequeo de síntomas, específicamente para el dengue. Además, continuamos con las labores de descacharreo, fumigación y un amplio trabajo de prevención en toda la ciudad", destacó el intendente Pablo Macchiarola sobre las acciones que impulsa su gestión para combatir la enfermedad.

Desde hace algunos años, los yerbabuenenses disponen de una aplicación (Yerba Buena Digital, disponible para Android y iOS) que se ha convertido en una de las herramientas tecnológicas más utilizadas para realizar trámites municipales y solicitar intervenciones en sus barrios para la mejora de sus calles, iluminación y arbolado.

Con la situación actual, la aplicación ha sumado la función de autochequeo de síntomas de dengue a su módulo de salud preexistente. Esta función permite a los ciudadanos evaluar sus síntomas y recibir orientación sobre los pasos a seguir según su situación de salud. Además, aquellos que presentan síntomas compatibles con la enfermedad pueden ser rápidamente conectados con médicos especializados del Centro Asistencial Ramón Carrillo para una evaluación más detallada y el seguimiento adecuado de su condición.

Este servicio no solo proporciona atención médica personalizada y oportuna, sino que también recopila datos en tiempo real para crear un mapa detallado de la situación. Esta información es crucial para que las autoridades tomen decisiones informadas y desplieguen recursos de manera eficiente para combatir la endemia.

Además de la Telemedicina, el municipio de la "Ciudad Jardín" recuerda que la prevención sigue siendo la piedra angular en la lucha contra el dengue. La eliminación de criaderos de mosquitos, el uso de repelentes y el cuidado en la gestión de residuos son acciones esenciales que todos deben tomar para proteger su salud.

Por consultas de Telemedicina pueden acceder a través de la app Yerba Buena Digital,  a través de autochequeo Dengue.

También estaremos registrando pacientes para seguimiento a través de Atención al Vecino al 4533636 de lunes a viernes de 7 a 22 horas.



Fuente: La Gaceta

miércoles, 24 de abril de 2024

La telemedicina en las residencias de mayores, ¿cómo funciona y qué ventajas ofrece?

El equipo de Telemedicina y Coordinación Sanitaria de Clece da soporte a todas las residencias gestionadas por la compañía en España y Portugal. Los médicos de los centros cuentan con una segunda opinión para determinados diagnósticos y tratamientos.




El concepto de telemedicina comenzó con el desarrollo del telégrafo, pero su uso no se propagó hasta la llegada de la digitalización a nuestras vidas. Gracias a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), la telemedicina se ha convertido en un complemento a las consultas presenciales y, en la actualidad, podemos definirla como una herramienta con la que prestar servicios médicos a distancia y en tiempo real a través del uso de las TIC.

Aunque pueda verse como una forma de sustituir a los profesionales en el lugar donde se encuentra el paciente, desde Clece nos explican que para ellos la aplicación de la telemedicina es diferente. “En nuestro caso, la telemedicina no sustituye a los médicos sino que la utilizamos para dar soporte al equipo facultativo a la hora de tratar a los usuarios de nuestras residencias. De esta forma, los profesionales también se encuentran más liberados y disponen de más tiempo para atender a los residentes de la mejor manera”, explica la Dra. Belén González Lahera, directora del Departamento de Telemedicina y Coordinación Sanitaria que da soporte a todas las residencias gestionadas por la compañía Clece en España y Portugal.

Esta unidad fue creada en 2021 y, desde entonces, los profesionales de los centros residenciales han pasado de trabajar en solitario a formar parte de un equipo consolidado. “La telemedicina es, para mí, el apoyo más grande que ha dejado la pandemia después de todo lo ocurrido. Son las personas que se encargan de orientarnos para conseguir una segunda opinión cuando es muy difícil tenerla”, comenta el médico de la residencia CleceVitam El Parque (Soria), Marcel David Osorio, quien está en contacto directo con el Departamento de Telemedicina de la compañía para la toma de algunas decisiones sobre la evolución de curas, la valoración de determinadas afecciones o la ayuda en la asistencia a personas con enfermedad crónica.

Así, gracias a las TIC y a la experiencia de los dos médicos y una enfermera que forman parte del departamento de la Dra. González, los profesionales que trabajan en las residencias gestionadas por Clece tienen acceso a una segunda opinión siempre que lo necesiten procurando así uno de los principales objetivos de la compañía en el ámbito del cuidado a los mayores: ofrecer la mayor calidad asistencial a las personas usuarias de sus centros.


Principales herramientas de la telemedicina y sus beneficios
Desde que comenzó a utilizarse la telemedicina en Clece, los profesionales sanitarios de las residencias disponen de equipos informáticos que incorporan los últimos avances tecnológicos. A través de estos sistemas, el Departamento de Telemedicina y Coordinación Sanitaria ayuda a los médicos, desde la distancia, a elaborar determinados diagnósticos y tratamientos para evitar que los residentes tengan que ir al servicio de urgencias de un hospital ante un problema menor.

Entre los equipos tecnológicos que encontramos en las residencias de Clece destaca, por ejemplo, el monitor multiparamétrico diseñado para monitorizar las constantes vitales de los usuarios. La principal ventaja de este sistema es que permite establecer una comunicación bidireccional y transmitir los datos directamente a un programa informático que los incorpora al expediente de cada residente. “El Departamento de I+D+i de Clece logró integrar la información recogida por el monitor multiparamétrico con el programa informático que guarda las historias clínicas. Desde entonces, los datos se vuelcan directamente en los equipos sanitarios”, explica la Dra. González. De esta manera, los médicos no tienen que dedicar tiempo a transcribir manualmente todas las constantes.

También utilizan un equipo de toma de constantes en el que se incluyen un tensiómetro, un termómetro y un saturímetro, todos ellos conectados al monitor multiparamétrico. Una de las funciones de este equipo es registrar la extensión de la saturación de oxígeno, por lo que en vez de tener que introducir la información de forma manual, es la propia máquina la que se encarga de registrarla directamente en la aplicación, según explica el doctor Osorio.

En cuanto a los sistemas informáticos, el equipo de pantallas y cámaras para videollamadas es de los más utilizados. “Este es el dispositivo a través del cual hacemos las videollamadas al final de cada semana para mantener una reunión de seguimiento en la que se evalúan, por ejemplo, las curas, cómo es su evolución, etc. También se valoran los registros, los cambios de medicación que ha habido… Al final, lo que te permite es tener un control de calidad”, explica Silvia Piñeyro Segarra, directora del centro CleceVitam El Parque.

A todas estas tecnologías se suma también el uso de tabletas electrónicas con Resiplus integrado (programa que facilita la realización de distintas tareas de gestión en una residencia). Este equipo está diseñado especialmente para ahorrar tiempo, dado que introduce los datos de exploración del residente en el sistema al instante.

Otra de las funciones de la telemedicina en Clece es dar formación continuada a los equipos sociosanitarios de todas sus residencias. “También formamos al personal nuevo, enseñándoles cómo se trabaja en los centros, y a las personas que no tienen práctica en residencias las asesoramos sobre cómo tiene que ser su día a día hasta que vayan cogiendo esa experiencia”, explica la Dra. González.

En definitiva, el uso de las TIC ha aterrizado en los centros de mayores para dar apoyo en el dictamen de determinados diagnósticos, y agilizar el día a día de los profesionales sanitarios de las residencias para que estos tengan más tiempo para atender a los usuarios, que son su máxima prioridad.




Fuente: El Español

martes, 23 de abril de 2024

IA y salud: indicaciones y efectos secundarios. Unas reflexiones desde el antequirófano

Es el momento de que profesionales, instituciones, responsables y asociaciones se pongan a trabajar para conseguir que la IA sea una herramienta útil para el cuidado de los pacientes y la mejora del estado de salud de la población.


No podemos decir que la inteligencia artificial (IA) sea una novedad en el mundo de la salud ni que el metaverso nos deba pillar desprevenidos a los cirujanos. Tras 30 años de ejercicio profesional no recuerdo un electrocardiograma que no venga informado automáticamente en el momento de su registro o un desfibrilador que no supiera reconocer las fases del ciclo cardíaco para evitar descargas en fases peligrosas. El reconocimiento de patrones y los algoritmos de actuación están presentes desde hace décadas.

No resulta una novedad la utilización de aplicaciones o calculadoras que, mediante la utilización de algoritmos previamente testados y consensuados, nos ayudan en la prescripción de los tratamientos más adecuados a los pacientes o nos alertan sobre posibles efectos secundarios o incompatibilidades. Del mismo modo, no puede sorprender que cirujanos y radiólogos (entre otros) sintamos fascinación por el metaverso y estemos a gusto en ese entorno. ¿Qué es sino una biopsia estereotáxica o una cirugía endoscópica? No es más que la actuación sobre una representación más o menos fiable de la realidad. Algo que hoy en día llamamos Realidad Virtual y que no ha dejado de estar presente desde mis comienzos profesionales; desarrollándose e incluso mejorando las capacidades del humano, pasando a llamarse Realidad Aumentada.

Y es que, en el fondo, gran parte de la actividad científica en el mundo de la salud (y si no que les pregunten a los epidemiólogos) ha consistido en la identificación de patrones comunes en los distintos pacientes para identificar la semiología, fisiopatología y opciones terapéuticas de las enfermedades y trastornos.

Entonces, ¿Qué impacto están teniendo las novedades en IA sobre el cuidado de la salud? ¿Qué podemos esperar del futuro? ¿Y qué riesgos?

El desarrollo exponencial de la capacidad de computación permite una gestión de datos hasta ahora inimaginable, facilitando la evolución a la identificación de patrones en situaciones mucho más complejas como la imagen médica. De esta manera se han podido desarrollar sistemas que permiten identificar alteraciones, con mayor precocidad y precisión que el ojo humano, y construir modelos tridimensionales. Con estos modelos se puede diseñar el efecto de una intervención, imprimir prótesis adaptadas al paciente y su situación, ofrecer al cirujano una mejor representación de una situación clínica (por ejemplo, un tumor y su relación con estructuras adyacentes) u ofrecer una mayor información al cirujano durante una intervención. En este sentido, ya existen experiencias en las que, con los dispositivos adecuados (fundamentalmente gafas de realidad virtual o sistemas de cirugía laparoscópica y robótica) se pueden superponer imágenes de TAC o RM sobre el lecho quirúrgico del paciente, proporcionando al cirujano una información valiosísima a la hora de realizar un procedimiento.

La IA puede obtener información de multitud de fuentes y ofrecer soluciones. Soluciones que no dependerán del cansancio, la hora del día o el hambre que tengamos. Ya que, en este sentido, la IA comparte muchas de las características de la caridad: es paciente y servicial, no tiene envidia ni es presumida u orgullosa, no es grosera ni egoísta, no se irrita ni lleva cuenta del mal recibido.

A diferencia de los antiguos modelos algorítmicos de diagnóstico, la IA es ahora capaz de manejar volúmenes de información que le permite llevar su propio proceso de aprendizaje para ofrecer soluciones más acertadas y eficientes para las situaciones clínicas. Herramientas que no tardarán en estar caminando de la mano de los profesionales como ahora lo están las aplicaciones y calculadoras disponibles en los teléfonos móviles.

Y es de esperar, igualmente, que no tardemos en ver desarrollarse sistemas que eliminen las tareas más tediosas y mecanizadas de las profesiones sanitarias: redacción de informes, control de bajas laborales, redacción de historiales, … ¿Qué especialista no sería feliz con un sistema que con solo indicarle que realice la petición de un TAC le devolviera el volante listo con la información clínica del paciente y las características de la exploración que se precisa, y así solo tener que dar el visto bueno? Parece ciencia ficción, pero está más cerca de lo que parece. Y no quiero pensar en la cara de felicidad del radiólogo que reciba ese volante…

Pero como todo avance tecnológico, tiene su reverso tenebroso. No es la herramienta en sí, sino el uso que se le quiera dar. Y la IA no es ajena a ello.

Aún resuena el escándalo que ha obligado a Google a suspender la generación de imágenes mediante Gemini al producir auténticas aberraciones (como representaciones de personas de color o con rasgos orientales como soldados del III Reich). La introducción de sesgos, en este caso para forzar una pretendida diversidad, ocasiona estas situaciones.

Pero esto no pasa de ser una anécdota que ilustra las posibilidades que tiene quien controle y entrene una IA concreta de introducir sesgos con espurias intenciones. Sesgos que podrían llevar a los profesionales de la salud a tomar decisiones que lejos de beneficiar a los pacientes, atienden otros intereses.

Del mismo modo, la IA generativa será capaz de proporcionar datos falsos que justifiquen resultados de investigación interesados. ¿Quién no recuerda los problemas ocasionados por Wakefield publicando un estudio manipulado en The Lancet entre la asociación de la vacuna MMR y el autismo? Los peligros siguen estando ahí, pero las herramientas son más sofisticadas, sutiles y difíciles de detectar. Ignorar esta realidad es una negligencia que conducirá a un deterioro en la calidad del cuidado de la salud. Es, el momento de que profesionales, instituciones, responsables y asociaciones se pongan a trabajar para conocer y acotar estas amenazas, y conseguir que la IA sea una herramienta útil para el cuidado de los pacientes y la mejora del estado de salud de la población.

No podíamos intuir, a principios de los años 90, cómo la llegada de internet o la introducción de los dispositivos móviles iban a cambiar la forma en la que hoy en día practicamos la medicina y la cirugía. Del mismo modo, la IA ha venido para quedarse y revolucionar el modo en que se ejerce, enseña y evalúa el desempeño profesional de los sanitarios. Es nuestra obligación como profesionales familiarizarnos con ella, participar de su desarrollo y tomar las medidas adecuadas para garantizar el mejor servicio sanitario a nuestros conciudadanos.

El momento resulta fascinante. Una ola que nos arrastrará. Y podemos dejarla pasar protegidos en la bodega de nuestro propio barco, o salir a cubierta, verla discurrir y ayudar a sujetar el timón en la dirección adecuada.



Fuente: El Debate