Demanda por mala praxis médica en intervención maxilofacial a paciente

L. 607.324 - “A., M. C. c/ S., C. F. y Otros s/ daños y perjuicios” – CNCIV – SALA B – 07/03/2013

MALA PRAXIS MÉDICA. Cirujano bucomaxilofacial. PRÁCTICA DE UNA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA MAXILOFACIAL QUE ERA INNECESARIA DE ACUERDO AL DIAGNÓSTICO DEL PACIENTE. Operación llevada a cabo por el mismo profesional en forma defectuosa. RESPONSABILIDAD DEL MÉDICO, DEL CENTRO DE SALUD Y DE LA OBRA SOCIAL. Accionar contrario a las reglas del arte. Necesidad de realizar una nueva operación para reparar los daños causados. PACIENTE DE PROFESIÓN MÚSICO. Secuelas físicas (parestesia), que le impiden ejecutar obras de gran compromiso. INCAPACIDAD SOBREVINIENTE. Elevación del quantum indemnizatorio. Daño psíquico y daño moral. Procedencia. Cuantificación

FUENTE El Dial (Citar AA7EB4) 

“...la mala praxis del médico de autos habría sido doble, dado que no sólo practicó una intervención quirúrgica que se podía haber evitado, sino que se incurrió además en errores injustificados al realizar la operación misma. Determina el dictamen que `no fue lo indicado hacer´, y tampoco resultó de acuerdo al “arte de curar”, la eliminación en el paciente de todo el proceso alevolar, incluyendo dos piezas dentarias sanas. Precisamente por esta mala praxis fue necesaria practicar una nueva intervención. Es que el galeno encartado procedió a colocar incorrectamente la placa osteosíntesis de titanio sin efectuarse previamente la fijación intermaxilar intraopeatoria; y `la falla originada por esa mala colocación de la plaqueta, originó mal oclusión intermaxilar.´”

“...los efectos negativos sufridos por el pretensor tienen su causa jurídica en el mal obrar del galeno; mala praxis que –como quedó dicho—no solo se verificó al practicarle al accionante una intervención quirúrgica innecesaria, sino también al llevarla a cabo de un modo tan contrario a las reglas del arte.”

“Como bien señala el perito, esta parestesia adquiere una relevancia especial en el actor por su profesión de músico. En efecto, tanto en la ejecución de la flauta como de la gaita, el sonido se produce por el movimiento de los labios, que con la variación de su presión varían la sonoridad del instrumento. Finalmente, es tajante la experticia al señalar que las secuelas indicadas se originan en la primera intervención quirúrgica.”

“Se podría decir, en suma, que en pocos casos como éstos se tornan tan evidentes la mala praxis médica; y por eso es muy significativo el detalle que, a modo de síntesis, realiza el experto acerca de los gruesos e injustificables errores en los que incurrió el médico accionado; lo cual determina que es a todas luces inaudible su pretendida defensa. A ello se le agrega que la paresia parcial del hemiorbicular derecho no le permitirá al actor –de profesión músico—ejecutar en el futuro obras de gran compromiso.”