El gobierno porteño decretó que los locales puedan seguir
vendiendo productos como alimentos, golosinas, y electrónica, como hace la
cadena Farmacity. El Ejecutivo nacional lo había impedido.
Cuando parecía que kioskos y almacenes habían ganado la
batalla, el Gobierno de la Ciudad volvió a darles vida a las farmacias
polirubro. Mediante un decreto, los establecimientos podrán vender mercadería
como CD's, DVD's, alimentos, golosinas, entre otros, además de los ya
tradicionales medicamentos, artículos de higiene y cosméticos.
La norma, con firma del jefe de Gobierno porteño, Mauricio
Macri, establece el marco regulatorio para farmacias, herboristerías y
droguerías de la Ciudad. Y abre el juego para los casos donde "la farmacia
desarrolle otras actividades comerciales no prohibidas por la legislación de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires". El escrito sostiene que “en caso de que la farmacia
desarrolle otras actividades comerciales no prohibidas por la legislación de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, éstas deberán estar obligatoriamente incluidas
en el Certificado de Habilitación Comercial otorgado por la Dirección General
de Habilitaciones y Permisos de la Agencia Gubernamental de Control”. Sin
embargo, nunca establece cuáles son esas “actividades no prohibidas”.
En otro sentido, establece claras delimitaciones. Los
locales ahora deberán contar "con un salón de ventas que no interfieran
con el normal funcionamiento de la farmacia y
que los encargados del despacho en el sector
específico de farmacia no podrán expender otros productos ni prestar otros
servicios que nos sean propios de la actividad farmacéutica".
El novedoso decreto se impone al impedimento de las
"polirubro", dictado el año pasado por el Ministerio de Salud de la
Nación. Entonces, la cartera de Juan Manzur firmó la resolución 1632, donde
vetó la existencia de este tipo de actividad dentro del ámbito farmacéutico. La
cadena más afectada iba a ser Farmacity. La medida es más que un giño para Farmacity, estándar del
modelo “polirrubro” de las farmacias, que apuntalan los grandes capitales y va
contra el modelo sanitarista que promocionan las entidades farmacéuticas en el
país. Cabe recordar que la Ciudad dejó sin efecto en 2011 la adhesión a la ley de venta exclusiva en farmacias, y en esa oportunidad, no sólo se vetó la norma aprobada por unanimidad
por la legislatura, sino que además se presentó un proyecto para permitir la
venta de medicamentos en cualquier lado. Lo hizo a través del legislador Helio
Rebot, quien fue el portavoz en contra de la adhesión a la norma nacional.
La prohibición iba a entrar en vigencia el 12 de marzo de
este año. Sin embargo, el gobierno porteño tomó la decisión de rehabilitar el
polirubro. No existe conflicto y contradicción entre ambas legislaciones; según
la ley marco de ejercicio de la farmacia, las normativas locales tienen una
jerarquía superior, y el poder de policía lo mantienen las provincias.
La “Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
establece que la Ciudad ejerce su función indelegable de autoridad sanitaria.
Regula, habilita, fiscaliza y controla todo el circuito de producción,
comercialización y consumo de productos alimenticios, medicamentos y tecnología
médica”, fundamenta el escrito.
De esta opinión fue el constitucionalista Andrés Gil
Domínguez: "Como la Argentina es un país federal, la
nación fija ciertos contenidos sobre una
materia en una ley, acerca de la que cada provincia puede adherir, ampliar o
dictar algo distinto".
Apenas conocida la nueva resolución que rige al sector
farmacias, las dudas sobre qué provincias se sumarán y cuáles no comenzó a
sobrevolar el ambiente. Como la normativa da 90 días para su puesta en marcha, para el 12 de marzo deberá estar aplicada en todo el país. En ese caso, algunas
jurisdicciones ya anunciaron que no se sumarán.
El primer caso fue el de Mendoza, que recientemente anunció que no se
sumará a la resolución 1.632/13 dictada por la cartera sanitaria. Alejandro
Atanasio, jefe del Departamento de Farmacología del ministerio de Salud de
Mendoza, declaró al portal Uno de esa provincia que “Mendoza no adhirió a la
ley Nº26.567 ni tampoco a esta resolución, porque nuestra legislación ya cubre
todos los aspectos dictados por ellas”. En este sentido recordó las numerosas
normativas que se vinculan con la actividad farmacéutica.
Fuente: Infobae / Mirada Profesional Farmacéutica
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