Es una modificación de la ley de
genéricos, el objetivo es que no se puedan incluir marcas, y sólo se prescriba
por drogas. De esta forma, se garantiza que los pacientes accedan al
tratamiento más barato del mercado. La reforma faculta a los farmacéuticos a
sugerir entre los fármacos disponibles. Por otra parte, laboratorios estatales
llevarán sus impresiones a la Comisión de Salud del Congreso.
En 2002, en medio de la crisis social y económica, se aprobó
en el país la ley 25.649, conocida popularmente como ley de genéricos. La misma
buscaba que los médicos incluyan la droga prescripta, y así permitir que los
pacientes compren la opción más barata en la farmacia. Pero con el correr del
tiempo su cumplimiento fue parcial, y en muchos casos la inclusión del la marca
comercial condicionaba la compra. Hoy, medio de la puja por los precios entre
el Estado y los laboratorios, un proyecto busca recuperar el espíritu de
aquella norma. A través de una iniciativa, se quiere modificar parte de esta
normativa, prohibiendo que se incluya cualquier marca comercial en las recetas.
La reforma busca potenciar la actual normativa, en el marco de la pelea con las
farmacéuticas y el incentivo a la producción estatal.
La iniciativa fue presentada en el Congreso por la diputada
nacional del Frente para la Victoria Gloria Bidegain, quien propuso limitar las
recetas médicas sólo al nombre genérico de los medicamentos. De esta forma, se
buscará impedir que los médicos “recomienden marcas comerciales en las recetas,
limitándose a especificar sólo el nombre genérico de los fármacos”.
Bidegain explicó que su proyecto busca revertir el
incumplimiento de la Ley de Genéricos, vigente desde 2002, que propició la
sustitución de medicamentos de marca comercial por medicamentos genéricos. Para
esto, se modificara el segundo artículo de la ley 25. 25.649, expresando que
“toda receta o prescripción médica deberá efectuarse en forma obligatoria
expresando el nombre genérico del medicamento o denominación común
internacional que se indique, seguida de forma farmacéutica, dosis/unidad y
pauta terapéutica, con detalle del grado de concentración”.
Además, el proyecto obliga a los farmacéuticos a “asesorar y
facilitar al adquirente la información que le requiera sobre todas las
especialidades medicinales que contengan el mismo principio activo o
combinación de ellos y sus distintos precios”. “La libertad de prescripción y
de dispensa está garantizada por la elección del principio activo y no sobre
especialidades de referencia o de marca”. Remarca el proyecto.
“La falta de cumplimiento estricto de la Ley 25.649
perjudica la capacidad de elección y sustitución de medicamentos por los
consumidores, y agravia el derecho de acceder a ellos por amplias capas de la
población”, aseguró Bidegain. Para la legisladora, “el desafío pendiente es
poner en práctica la ejecución de la norma por todos los integrantes de la
cadena de salud (médicos, pacientes, farmacéuticos) de modo tal que pueda
ayudar a impulsar la competencia entre los laboratorios y represente una
herramienta eficaz para el control de precios que oficie como un regulador
natural de los mismos”.
La diputada del oficialismo explicó que si se aprueba su
proyecto “quedará en manos del médico solamente la prescripción de la modalidad
terapéutica y del medicamento por su nombre genérico o su denominación común
internacional, y se eliminará la opción actual, causante de la desviación de
los objetivos originales de la ley, de poder indicar el nombre o marca comercial
del medicamento”.
Por último, Bidegain agregó que su intención “está enfocada en
reinstalar el debate parlamentario y público de la ley, a fin de recuperar la
vigencia de su objetivo originario, que es disminuir el costo de la canasta de
medicamentos y favorecer el acceso de los argentinos, cualquiera sea su
condición económica, a medicamentos seguros y eficaces”.
La ley 25.649 de Prescripción de Medicamentos por su Nombre
Genérico, más conocida como "ley de genéricos", se sancionó en el año
2002 en el marco de un país envuelto en una profunda crisis económica y de una
serie de políticas nacionales de medicamentos del gobierno de Néstor Kirchner.
La autoría intelectual de ley fue liderada por el entonces ministro de Salud
Ginés González García y representó en la región un verdadero cambio de
paradigma en la relación de la cadena que interviene en la industria
farmacéutica local. El espíritu de la ley tiene que ver fundamentalmente con
amplificar el derecho de los pacientes a elegir libremente el medicamento y que
los laboratorios produzcan en el país aquellos medicamentos sobre los que
pretendan una patente.
La Argentina es el cuarto país a nivel mundial en consumo de
medicamentos por habitante, con un promedio superior a los 190 dólares anuales.
Pero la recuperación sostenida de la industria nacional se dio sustancialmente
con la modificación de la Ley de Patentes, en diciembre de 2003.
Agencia de laboratorios públicos
Por otra parte, la comisión de Salud de la Cámara de
Diputados recibirá hoy a directivos de laboratorios públicos de medicamentos
para abordar diferentes temas, entre ellos el proyecto de la diputada Carolina
Gaillard (Frente para la Victoria) que propone la creación de una Agencia
Nacional de Laboratorios Públicos.
La reunión de la comisión que preside la también
kirchnerista Andrea García se realizará a las 13.30 en la Sala 5 del Edificio Anexo,
y contará también con la presencia del vicedecano y Secretario de Extensión de
la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata,
Patricio De Urraza.
Si bien en la convocatoria no se explicitaron los temas de
la reunión, fuentes parlamentarias anticiparon que el directivo de los
laboratorios públicos será consultado sobre la iniciativa que hace diez días
presentó la entrerriana Gaillard.
El objetivo de ese proyecto de ley es fomentar la
investigación y desarrollo y robustecer la producción pública de medicamentos
para alcanzar la soberanía en materia de salud.
"Reconociendo a la salud como un derecho, la producción
de medicamentos no puede ser concebida como una mercancía sino como un bien
social", afirmó la diputada cuando presentó el texto.
Agregó que "mediante la articulación e intercambio
entre los laboratorios, la creación de esta agencia permitirá mejorar los
estándares de calidad y efectivizar la compra centralizada de activos de manera
que el sistema público adquiera mayor competitividad en el mercado de
medicamentos e intervenga en el mercado en la formación de precios de
referencia y en la producción de medicamentos huérfanos".
Fuente: Mirada Profesional Farmacéutica
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