Escándalo en Gran Bretaña y España. Estaban presos por
llevárselo de un hospital para atenderlo mejor.
Ashya, el pequeño chiquito británico con cáncer cerebral,
podrá encontrarse finalmente con sus padres en el hospital de Málaga, donde se
encuentra internado. En un tramite “express” y bajo intensa presión política,
la Procuración de la Corona británica anuló ayer el pedido de captura europeo
de Brett King y su esposa Naghmeh, sus padres, que habían sido detenidos en
España y estaban en un proceso de extradición a Gran Bretaña. La misma actitud
adoptó el juez español Fernando Andreu, en la Audiencia Nacional en Madrid, y
liberó inmediatamente a los King. Querían impedir que el matrimonio pasara una
segunda noche en la cárcel y pudiera reencontrarse inmediatamente con su hijo,
gravemente enfermo, solo y bajo guardia policial.
Así comenzó a finalizar un drama familiar, donde los padres
decidieron retirar a su hijo Ashya del hospital de Portsmouth sin
consentimiento médico, en busca de un tratamiento con protones para su tumor
cerebral, que no existía en el servicio de salud británico, pero sí en
República Checa, Suiza y EE.UU. El vínculo con el oncólogo de Ashya se había
roto, ante la insistencia del padre por el otro tratamiento. El médico los
amenazaba con un orden judicial para impedirles el acceso al hospital y la
familia se sentía amenazada.
Aún falta restituir la autoridad paternal sobre el chico,
que un juez les quitó y la puso en manos de la justicia, a pedido de las
autoridades del hospital británico. El gobierno ofrece ahora mandar un
cancerólogo reputado a asesorar a la familia en España. Pero los King han
decidido llevar a Ashya a República Checa, mientras hay un clamor para que el
NHS británico pague el tratamiento del chiquito en el país que sea. “Ha sido
una desafortunada secuencia de eventos y un mal entendido a lo largo de todo el
proceso”, dijo el ministro de salud británico, Jeremy Hunt.
Un juez británico va a autorizar ese movimiento si la
familia, las autoridades del Hospital y el consejo municipal de Portsmouth, que
exigió al juez la guarda judicial, acuerdan un tratamiento. Ashya debe iniciar
sus sesiones inmediatamente, después de haber sido operado 6 semanas atrás.
Danny King, el hermano mayor de Ashya, fue autorizado finalmente a visitar al
chiquito y agradeció al primer ministro británico David Cameron y a Nick Clegg
su apoyo.
Este zafarrancho de ruptura de comunicaciones entre una familia
angustiada por el futuro de su hijo y su médico tratante se transformó en un
escándalo político, porque los poderes públicos –desde el NHS a la policía y la
justicia- sobreactuaron y usaron su autoridad en forma desmedida. El hospital
exigió a la policía que capturaran a la familia por peligro de muerte de Ashya,
ante la falta de medicamentos. Pero el padre mostró en un video la buena
atención que le estaba brindando a su hijo y estalló el escándalo contra las
autoridades.
Fuente: Clarín
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