La ley Nacional de Salud Mental 26.657 se aprobó en 2010. Según el relevamiento del Órgano de Revisión de la Ley
Nacional de Salud Mental, en la Ciudad existe una violación sistemática de los
derechos de quienes tienen padecimientos psíquicos. Internaciones sin años de
revisión, problemas de infraestructura y falta de personal representan algunos
de los problemas que el gobierno porteño esquiva por medio de amparos judiciales.
Internaciones de años sin revisión, problemas de
infraestructura, falta de personal y salas de aislamiento. Según el primer
informe del Órgano de Revisión de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, las
vulneraciones a los derechos humanos de las personas con trastornos de salud
mental son un problema constante en la Ciudad de Buenos Aires. Aun así, “las
autoridades responsables del área de Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires
se han negado constantemente tanto a mantener contacto como a revisar las prácticas
jurídicas y sanitarias que se utilizan en las instituciones de la Ciudad”,
señala el documento. “La Ciudad no ha avanzado en nada. Se puede decir que
retrocedió si uno toma la lo del Borda y la Metropolitana entrando a los
balazos”, dijo a Infojus Noticias Malena Arriagada, representante de la
Secretaría de Derechos Humanos ante el Plenario del Órgano de Revisión.
Sancionada en 2010, la Ley Nacional de Salud Mental promovió
un cambio de paradigma en el abordaje de la salud mental mediante el reconocimiento
de las personas con padecimiento psíquicos
como sujeto de derechos con capacidad, con los apoyos necesarios, de
llevar adelante una vida en comunidad. “Han ocurrido graves violaciones a los
derechos humanos en instituciones de encierro y esta ley viene a hacer hincapié
en que todo lo vinculado a la salud mental es un problema de derechos humanos.
No ha habido una ley como la que tenemos
ahora”, dijo Arriagada.
Internados por la fuerza y por largos períodos
Aunque la ley ordena que la internación solo puede usarse
como último recurso y por el menor tiempo posible, solo en hospitales
generales. Pero según el relevamiento
del órgano de revisión nacional (ORN) uno de los principales problemas fue el
hallazgo de estancias por periodos prolongados tanto en los hospitales Borda y
Moyano, como en clínicas psiquiátricas privadas.
En muchos de estos casos, no existía un consentimiento por
parte de la persona bajo tratamiento. La falta de consentimiento solo puede
ocurrir cuando el equipo de salud determine que hay una situación de riesgo
cierto e inminente para sí o para terceros. Es un último recurso.. Esta
internación debe notificarse al juez en un plazo de diez horas y al órgano de
revisión.
Si buena parte de los logros de la nueva ley apuntan a la
construcción de una nueva manera de pensar la salud mental, ya no como un
problema exclusivamente médico, sino también histórico, socioeconómico,
cultural, biológico y psicológico, nada de esto parece reflejarse en la
realidad. De acuerdo al informe, las internaciones detectadas no incluyen “prácticas de revinculación
familiar ni psicoeducación, con escasa participación en actividades educativas,
laborales, culturales”.
El modelo manicomial que la ley ordena abandonar también se
perpetúa con el uso de psicofármacos sin criterios de aplicación racionales.
Las condiciones tampoco ayudan: se relevó un déficit en el personal así como
malas condiciones de limpieza, estructura y alimentación.
El relevamiento del ORN también incluyó visitas a
comunidades terapéuticas, instituciones privadas que brindan tratamiento para
problemáticas de salud mental asociadas al consumo de drogas. Estas
instituciones también parten del aislamiento e incomunicación de las personas,
que muchas veces no pueden contactarse ni con su familia. “Más allá de que en
su mayor parte las internaciones se presentan como voluntarias, el
consentimiento informado es insuficiente en la forma y modo”, agrega el
informe.
Aunque los monitoreos institucionales generan resistencias,
desde el ORN aclaran que entienden los cambios necesarios como un proceso que
hay que acompañar. “Sabemos que esta problemática de salud mental es
centenaria, es una cultura que hay que cambiar y eso no se hace de la noche a
la mañana”, dijo Arriagada.
La Ciudad y un amparo a los derechos humanos
El gobierno porteño presentó un amparo para impedir el
funcionamiento del organismo, “al poner en cuestión los resultados de los
monitoreos realizados durante 2014 en los hospitales José T. Borda y Braulio
Moyano procurando así, obturar el camino hacia la desmanicomialización”,
denunciaron desde el ORN. “No tiene ningún sustento legal lo que están
haciendo”, dijo Arriagada.
“A través de una medida cautelar se propone evitar que el
Órgano de Revisión de la Ley Nacional de Salud Mental (ORN) garantice la
vigencia de los derechos humanos de las personas con padecimiento mental en el
ámbito de la Ciudad. La acción judicial desconoce la vigencia de una ley de
protección de derechos”, señaló el ORN a través de un comunicado.
La medida cautelar, presentada ante el Juzgado en lo
Contencioso Administrativo Federal N12, también busca dejar sin efecto dos
recomendaciones emitidas por el ORN: la que solicita que se investiguen las
muertes ocurridas en las instituciones de salud mental del país y la que
sugiere la prohibición de la aplicación de electroshock.
Aunque no son vinculantes, “estas dos resoluciones han
generado muchas resistencias”, explicó Arriagada y agregó que “hay muchas
organizaciones gremiales y profesionales que están en contra entonces la Ciudad
argumenta que se meten en el saber técnico y la ley lo que viene a decir es que
la salud mental ya no es problema médico, sino también histórico, legal, etc.
En definitiva, es entorpecer. Son actos políticos que entorpecen el avance en
estos temas”.
El Órgano de Revisión
El Órgano de Revisión de la Ley Nacional de Salud Mental es
un organismo de protección de derechos humanos, de promoción y de monitoreo que
procura restituir la voz, la integridad y la dignidad de las personas con discapacidad psicosocial, con capacidad para
actuar en todo el territorio nacional. Su Plenario está formado por
representantes del Ministerio de Salud de la Nación, de la Secretaría de
Derechos Humanos de la Nación y del Ministerio Público de la Defensa. También
forman parte asociaciones de familiares de usuarios del sistema de salud (Red
FUV), de profesionales y trabajadores de la salud (Asociación Argentina de
Salud Mental), y de organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa de
los Derechos Humanos (CELS).
Fuente: Infojus Noticias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios con contenido inapropiado no serán publicados. Si lo que Usted quiere es realizar una consulta, le pedimos por favor lo haga a través del link de Contacto que aparece en este blog. Muchas gracias