La situación de los nosocomios provinciales es cada vez más
preocupante. A los problemas edilicios y de personal, se suman las sospechas
sobre el manejo de los recursos presupuestarios.
¿Qué pasa con el dinero que no se ejecuta en salud?”, se preguntó en los estudios de Hoy el secretario general del Sindicato de Salud Pública (SSP) de la Provincia de Buenos Aires, Miguel Zubieta.
Diario Hoy recorrió
los hospitales de la ciudad, el Paroissien de La Matanza y el Lucio Meléndez en
Adrogué. En todos ellos, la situación es la misma: graves falencias edilicias
afectan no solo la atención de los pacientes sino también la labor cotidiana de
los trabajadores. El área de salud recibe un 6,1% de lo que se conoce como la
“torta presupuestaria”. Sin embargo, hay claros indicios de que parte de ese
dinero es subejecutado y no se invierte. “Es una situación bastante crítica.
Nosotros en la Provincia venimos notando una decadencia en la infraestructura
de los hospitales. Esta situación ha sido denunciada en todas las áreas”,
explicó el sindicalista.
“Desfinanciado, fragmentado y con el recurso humano
desjerarquizado. Así está el sistema de salud provincial”, criticó Guillermo
Pacagnini, secretario general de la Asociación Sindical de Profesionales de la
Salud (Cicop).
Zubieta sostuvo que la situación del sistema de salud es
producto de “un gran motivo: siempre nos usan como slogan de campaña. Dicen que
la salud es prioridad, pero cuando lo llevan a la práctica vemos que tenemos el
peor presupuesto de toda la historia: un 6,1%”, al mismo tiempo que exigió que
el gobierno de la Provincia de Buenos Aires implemente “de una vez por todas,
políticas presupuestarias a favor de la salud, para poder evitar los problemas
que hoy tenemos en materia edilicia, porque no hay insumo y no hay personal y
esto se debe a la falta de presupuesto”. En este marco, Pacagnini coincidió en
que hace falta inversión y que con ese escaso presupuesto “en julio y agosto se
acaba la plata que era para todo el año”.
Respecto a la subejecución presupuestaria, el secretario del
SPP explicó que se trata de una discusión que ya lleva muchos años. “Todos los
recursos se supone que los administra el Ministerio de Salud. Pero, ¿qué pasa
con los que no se ejecutan? Nunca se va a saber, nunca los vemos. Para fin de
año, todo el dinero que no se ejecuta tiene que ir a rentas generales. Pero,
¿qué es lo que realmente pasa? La verdad no lo sabemos”.
“No hay control democrático de este presupuesto y hay
indicios de que está siendo subejecutado y que muchas veces se reasignan
partidas para otros lugares. No hay ningún tipo de control y no se puede
depender siempre del recupero”, remarcó, por su parte, el secretario de la
Cicop.
Zubieta también se refirió a la actual administración de la
Provincia y detalló que en estos 18 meses de gestión que lleva María Eugenia
Vidal, el Ministerio de Salud cambió cuatro veces de subsecretario de
administración y tres de director general. “La verdad es que es imposible saber
si administran bien, porque permanentemente hay cambios. Nos costó establecer
un diálogo con este gobierno pero sigue sin ser el correcto. La mejor manera no
es solamente quedarnos en el reclamo, eso es fácil. Queremos ser partícipes de
esto pero la mejor forma es que el gobierno nos invite a participar”, deslizó
Zubieta.
¿Dónde están los recursos subejecutados?
Desde distintos sectores alertan que la difícil situación de
los hospitales responde, en gran parte, a la falta de inversión pública. Es
más, ni siquiera se estarían asignando los recursos previstos en la Ley de
Presupuesto, algo que se pone claramente de manifiesto en el informe de la
Contaduría General de la Provincia sobre la ejecución presupuestaria de 2016.
Según el relevamiento web, el año pasado quedaron sin
ejecutarse $570.484.072 del total de partidas asignadas al Ministerio de Salud,
y hay sospechas de que parte de esos recursos se habrían redireccionado a otros
fines. Para tener en cuenta la magnitud de la subejecución, con esos más de
$570 millones se podrían construir dos hospitales equipados de 700 metros
cuadrados cada uno.
Entre las áreas más afectadas se encuentran, por ejemplo,
los programas de Salud Mental y Adicciones, en los que quedaron sin ejecutarse
$40.068.260 en 2016. Algo similar ocurrió con el Sistema de Atención Médica
Organizada (SAMO), cuyas cuentas finalizaron el año pasado con un saldo de más
de 316 millones de pesos. El SAMO es un régimen retributivo creado por la Ley
8.801/07 que permite a los hospitales públicos facturar a las obras sociales,
mutuales, prepagas, seguros de salud y ART las prestaciones de salud que
realizan a sus afiliados. Según la ley vigente, el monto recaudado por cada
hospital debe ser dividido de la siguiente forma: un 50% se distribuye entre
los agentes del hospital, un 40% se utiliza para el fondo de gastos de bienes y
servicios y el 10% restante corresponde al fondo de distribución solidaria del
Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires.
En tanto, en 2017, hay programas sensibles que también
muestran niveles de ejecución muy bajos. Según el último informe de la
Contaduría, en el primer trimestre del año apenas se ejecutó el 2% del
presupuesto de las Unidades de Pronta Atención (UPA) y el 5,9% de la Red
Provincial del Control del Cáncer. También se mantienen en rojo los números de
los programas de Salud Mental y Adicciones ya que en el primer trimestre se
utilizaron apenas el 3,4% de los recursos asignados para todo el año.
Cabe destacar que un nivel de ejecución aceptable para los
tres primeros meses del año debería rondar el 25%. En este contexto, semanas
atrás Zulma Ortiz presentó su renuncia como ministra de Salud y fue reemplazada
por Andrés Scarsi, quien se desempeñaba como viceministro de Salud de la Nación
y durante varios meses fue jefe de gabinete de Ortiz en la cartera sanitaria
bonaerense.
La respuesta oficial
Ante una consulta de este medio, voceros del Ministerio de
Salud bonaerense salieron al cruce de las críticas por la falta de obras y la
subejecución presupuestaria. “A partir de mediados de 2016 se aceleró el
proceso y se culminó en diciembre de 2016 con un 86% del Presupuesto
(devengado) ejecutado. El resto mencionado pasó para compromisos de 2017 y el
porcentaje (devengado) ejecutado hacia finales de junio de 2017 era del 49%. Es
decir, que a mitad de año se está en el equilibrio de casi el 50% del presupuesto
anual”, informaron.
“El Ministerio de Salud está en crisis”
Los profesionales y pacientes del Hospital Diego Paroissien,
de La Matanza, vivieron en carne propia la falta de obras y reparaciones. El
año pasado, un caño de agua se cayó en el pasillo principal y hubo que lamentar
la fractura de un pie de una enfermera y el pánico generalizado de todos los
que se encontraban allí. Hace menos de dos meses, el pasado 30 de junio, hubo
dos incendios en el área de Salud Mental y, debido a obras que se están
llevando a cabo, los bomberos no podían pasar.
“Fue una situación de
pánico, de crisis, hubo que hacer una evacuación improvisada porque las puertas
no se podían abrir bien, estaban trabadas. Este es un hospital que se ha ido
deteriorando con el tiempo por la falta de mantenimiento. Tenemos un serio
problema en cuanto a la estructura edilicia”, explicó a diario Hoy Pablo Díaz,
jefe de la Unidad de Kinesiología. “El Ministerio de Salud de la Provincia está
en crisis luego de la renuncia de la ministra”, sostuvo el profesional.
“Hay graves problemas edilicios que conspiran contra la
atención”
A pocos kilómetros del centro platense está el Hospital
Horacio Cestino de Ensenada, uno de los más importantes de la región. Sin
embargo, durante los fines de semana el nosocomio no puede prestar servicio.
“La situación es seria y crítica. Los fines de semana no hay
anestesistas, por lo cual no se puede operar. Traumatología y Ginecología
tampoco funcionan y las cirugías no se hacen”, detalló a este medio Martín Slobodian,
presidente del Bloque de Concejales del Frente para la Victoria (FpV) de
Ensenada.
A nivel provincial, Omar Resa, secretario de Salud de
Ensenada, consideró: “Hay muchas cosas por hacer, tanto en la parte de
infraestructura como en la de recursos humanos. Hay graves problemas edilicios
en varios lados, algunos muy importantes, que conspiran contra la atención”.
El funcionario municipal explicó que la Provincia no cubre
las demandas del sector de salud, especialmente en cuanto a sueldos. Eso, consecuentemente,
hace que falten profesionales y que las capacitaciones y programas sufran
recortes. “Este municipio se ha hecho cargo de un montón de cosas, de la
emergencia municipal, de aumentar la cantidad de personal y tener más unidades
sanitarias, cuando en realidad tendríamos que contar con las ayudas de Nación y
Provincia”, concluyó.
Fuente: Diario Hoy
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