La ley, a la que no se ha opuesto el Vaticano, permitirá a
los pacientes dejar escrito si quieren ser mantenidos artificialmente con vida
en casos de extrema gravedad.
El Senado italiano ha aprobado este jueves una ley que
permitirá a sus ciudadanos realizar untestamento biológico. Según la nueva
norma -conocida en España como Testamento vital-, los pacientes podrán elegir
anticipadamente si quieren ser mantenidos con vida sobre la base de un
tratamiento como la alimentación y la hidratación artificiales. Se trata de una
ley importante en un país que recibe todavía una profunda influencia de la
Iglesia católica, que hasta ahora se había opuesto frontalmente a este tipo de
medidas. La norma, sin embargo, no prevé como solicitaban muchas asociaciones,
la petición de la sedación profunda terminal, que lleva a la muerte del
paciente, ni el llamado suicido asistido, es decir, la eutanasia activa. Se
trata de abrir la posibilidad a no recibir tratamientos para mantener con vida
a un paciente en estado vegetativo.
Los enfermos podrán elegir cómo afrontar la muerte aceptando
o negando determinados tipos de curas. El procedimiento se llevará a cabo a
través de los DAT (Disposición Anticipada de Tratamiento), documentos que
permitirán a una persona previamente designada —en caso de que el paciente no
pueda hacerlo— tomar la decisión de suprimir la alimentación o hidratación
artificiales. El primer artículo de la norma deja bien claro que “ningún
tratamiento sanitario puede ser iniciado o continuado sin el consentimiento
libre e informado de la persona interesada”. Algo que ahora quedará por escrito
en el testamento biológico. "Fundamentalmente es un refuerzo de la
relación médico-paciente. No hay un criterio externo para decidir cuándo parar
de curar. Se tienen que poner de acuerdo", señala el profesor de Filosofía
política de la Universidad LUISS y miembro del primer Comité de Bioética de
Italia, Sebastiano Maffettano.
Una ley que nada tiene que ver con la eutanasia o el
suicidio asistido y que ha sido aprobada principalmente con el apoyo del PD y
Movimiento 5 Estrellas con un alto consenso en el Parlamento y el Senado
italianos -180 votos a favor, 71 en contra y 6 abstenciones- Será la última
norma relevante que se apruebe antes del final de legislatura. El propio primer
ministro, Paolo Gentiloni, la ha celebrado en Twitter como la "elección de
civismo" un "paso adelante por la dignidad de la persona".
Pero el dolor y el sufrimiento ante la vida son conceptos
extremadamente variables cuando interviene la doctrina católica. El caso de
Eluana Englaro, la mujer de 37 años que permaneció durante 17 años en estado
vegetativo y que encontró la oposición de la Iglesia y de parte de la política
italiana a ser desconectada, puso al descubierto en 2008 la división que
existía en el país sobre este tema. El Vaticano presionó entonces para mantener
con vida a Englaro. Sin embargo, esta vez el Parlamento italiano ha percibido
un cierto apoyo a la ley desde la Santa Sede.
El papa Francisco, de hecho, subrayó su postura hace solo
dos semanas, en lo que muchos interpretaron como la luz verde a la norma. “Es
moralmente lícito renunciar a los medios terapéuticos o suspenderlos cuando su
misión no concuerda con un criterio ético y humanístico de la proporcionalidad
de la cura”, lanzó el Pontífice. Pero también lo distinguió claramente de la
eutanasia o el suicidio asistido, sobre el que la Iglesia está completamente en
contra. “Vemos bien, de hecho, que suspender el uso de medios desproporcionados
equivale a evitar el sufrimiento. Una acción que tiene un significado ético
completamente distinto de la eutanasia”.
La comunidad católica en Italia sigue, sin embargo, algo
dividida, aunque nada dispuesta a presentar batalla como en otros tiempos. El
periódico de los obispos italianos, Avvenire, se ha mostrado en contra de la
ley porque “convierte en un conflicto la relación médico-paciente rompiendo la
alianza terapéutica”. Para el constitucionalista y exsenador del Partido
Democrático (PD), Stefano Ceccanti, "es una ley sobre la autodeterminación
del paciente que le consiente establecer a qué curas renunciar". "El
punto problemático para la derecha y el mundo católico es la interrupción de la
alimentación y la hidratación. Ellos la describen como el pan y el agua, pero
en realidad son preparados químicos", señala.
En la Forza Italia de Berlusconi, que se opuso en su momento
a este tipo de leyes, se ha concedido libertad de voto. En la xenófoba Liga
Norte, en cambio, se votó en contra no porque se ha considerado el texto
"una chapuza y un preludio a la eutanasia", según el portavoz en el
Senado, Gian Marco Centinai.
La ley empezó a tramitarse pocas semanas después de la
muerte de DJ Fabo, un joven de 37 años ciego y tetrapléjico tras haber sufrido
un accidente automovilístico. Después de varias peticiones al Gobierno, incluso
al presidente de la República, decidió acudir a una clínica suiza para tener
acceso a un suicidio asistido. El caso devolvió a la memoria de los italianos
el calvario sufrido por Beppino Englaro. Entonces un tribunal autorizó que se
dejase de alimentar a su hija Eluana, que llevaba 17 años en coma; el Gobierno
de Silvio Berlusconi aprobó una ley en pocas horas para detenerlo, pero el
entonces presidente de la República, Giorgio Napolitano, rehusó firmarlo y la
mujer murió en 2009.
Fuente: El País
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Los comentarios con contenido inapropiado no serán publicados. Si lo que Usted quiere es realizar una consulta, le pedimos por favor lo haga a través del link de Contacto que aparece en este blog. Muchas gracias