martes, 25 de octubre de 2022

Madurez cultural y Big Data, 'urgencia' para el hospital digital del futuro

Madurez digital y madurez cultural. Esas son las premisas para que se produzca un cambio en los procedimientos clínicos. Quirónsalud ha celebrado este miércoles las I Jornadas de Innovación en Salud Digital, donde ha reunido a expertos que han analizado la innovación en los hospitales. En este sentido, han indicado que estas novedades “vienen de la calle” y, por tanto, es necesario adaptarse a estos ritmos. Desde el grupo asistencial, han subrayado que la salud digital está ganando terreno en el manejo de los pacientes y han demandado que se empleen las nuevas herramientas, como el Big Data, para el hospital digital del futuro desde este mismo instante.

“No hay ningún tiempo que perder. No podemos esperar. Hay que hacerlo ahora”, ha señalado Javier Arcos, director médico del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y coordinar de la Unidad de Innovación Clínica y Organizativa (UICO) de la Red 4H. En este sentido, ha recordado que los cambios sociodemográficos que estamos atravesando provocarán un cambio en la atención clínica de 2030. Así, ha informado de que en este año una de cada tres personas tendrá más de 65 años, lo que se traduce en que se va a incrementar la complejidad de los cuidados y la cronicidad.

Se trata de una situación que, además, se complica por la escasez de sanitarios que atraviesa tanto España como el resto de Europa. “Tenemos más trabajo para menos médicos”, ha alertado. “Todos tenemos problemas para fidelizar profesionales en ciertas especialidades”, ha añadido.

Y, ante este contexto, ha insistido en que “tenemos que cambiar la forma de hacer las cosas hacia un modelo más proactivo”. De este modo, ha hecho hincapié en que “la gestión organizativa también mejora los resultados clínicos del paciente” y ha defendido la posibilidad de retirar aquellas prácticas que, que eran positivas, no están aportando ningún valor.

Una decisión que, desde su punto de vista, necesita de “madurez digital y madurez cultural”. Por ello, ha apostado por integrar aún más las nuevas tecnologías en el manejo clínico para obtener resultados más sostenibles, eliminando -por ejemplo- las citas periódicas con pacientes crónicos de forma presencial si en ese momento determinado previamente no son todavía necesarias. “¿Tiene sentido seguir generando esta carga de trabajo que no aporta valor?”, se ha preguntado.

“El hospital ya no está delimitado por cuatro paredes. Es necesario emplear nuevas herramientas para afrontar el reto que nos viene”, ha afirmado. 


Cambios sociales a aplicar en el manejo clínico

“Estamos ante el mayor cambio de la Medicina, que es el protagonismo del paciente”, ha trasladado por su parte Ángel Blanco, director de Organización, Procesos y TICs de Quirónsalud. “Las tecnologías de la información han acercado el hospital a casa con un nuevo seguimiento de rol continuo”, ha determinado. No obstante, ha remarcado que este cambio social necesita también “un cambio radical en nuestros procesos”.

En este sentido, ha defendido que “el uso de datos es la mejora de los procesos”. “Si no trabajamos con datos, difícilmente podemos mejorar”, ha enfatizado. Así, ha lamentado que los avances tecnológicos no impacten del mismo modo en los equipos médicos como en la gestión sanitaria. “Tenemos la herramienta da Vinci, pero la innovación en servicios no ha ido al mismo ritmo”, ha profundizado.

Julián Isla, responsable de Recursos de Consultoría de Datos e Inteligencia Artificial en Microsoft España y miembro del Comité de Medicamentos Huérfanos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), ha remarcado también que la tecnología va a cambiar la forma de trabajar, especialmente a la hora de utilizar los datos. Es por esta razón que ha pedido a los profesionales sanitarios que estén “atentos” a este paradigma: “El cambio viene pero no se ve”, ha avisado.

Asimismo, ha indicado que el principal obstáculo para llevar a cabo este reto es “la falta de habilidades digitales”, así como que se trabaja con “una Medicina basada en la existencia”, sin poner la vista en el futuro. Una falta de previsión que ha atribuido al “conflicto de intereses políticos porque se trabaja con vista a cuatro años”.

Un problema que si antes tenía el tamaño de un elefante, haciendo referencia a la metáfora, ahora ha aumentado hasta adquirir el tamaño de un dinosaurio. “El elefante de la habitación ya es tan grande que se ha convertido en un dinosaurio. Te come”, ha criticado.


Ejemplos prácticos del manejo de datos

Sin embargo, a pesar del 'inmovilismo' en la realización de proyectos donde los datos clínicos digitalizados tomen parte, distintos departamentos de la Fundación Jiménez Díaz y otros hospitales, han desarrollado diferentes iniciativas para mejorar la asistencia clínica en determinadas Especialidades.

Adriana Pascual, especialista en Hematología y subdirectora médica del Hospital Universitario Infanta Elena, ha hablado del programa E-Res HEM que, a partir de formularios de hasta 80 preguntas dirigidos a los pacientes, los propios usuarios hacen una valoración del servicio y, en última instancia, la gestión puede decidir retirar aquellas acciones que "no están funcionando". "Los pacientes nos han reportado datos que no suponen un cambio en el manejo clínico sino inmediatez en la forma de actuar", ha detallado.

"Estos formularios nos transmiten información que de otra forma no sería posible obtenerla y lo más importante es responder ante la evidencia para mejorar la gestión de recursos y procesos", ha aseverado.

Por otro lado, Beatriz Álvarez, especialista del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, ha compartido un proyecto dedicado específicamente para pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), donde los afectados con esta enfermedad - a partir de formularios- exponen las necesidades en su tratamiento. Una herramienta que, en su opinión, debe emplearse para "llevar a cabo acciones de mejora" y "pasar de una medicina reactiva a una proactiva".

Así, ha concretado que, en este proyecto, los pacientes han determinado que es necesario impulsar el acceso a tratamientos, así como a la información sobre la patología para mejorar su calidad de vida. Lo mismo sucede con poner de relieve la atención psicológica o la promoción de hábitos saludables para continuar con su día a día con normalidad.

Mientras, Álvaro Flores, especialista del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, ha insistido en la idea de que "lo que no se mide, no se puede mejorar". Concretamente, ha explicado que la vigilancia de infecciones supone actualmente "un alto coste de recursos humanos y de tiempo". No obstante, ha avanzado que la "solución" para ello es el uso de herramientas de Big Data. Una técnica que si se ejecuta puede, precisamente, asegurar la vigilancia de un "mayor número" de procedimientos quirúrgicos.

Por último, José Manuel Martínez Sesmero, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Clínico San Carlos y director de Innovación de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ha ratificado que "la tecnología puede ayudar a mejorar ciertos procesos en los que el ser humano tiene limitaciones". Y, en este punto, ha recordado que el servicio de telefarmacia que comenzó durante la pandemia del Covid-19 ha acabado por implantarse en el sistema. "La pandemia puso sobre la mesa este servicio y al final se ha quedado con nosotros", ha manifestado a la vez que ha reconocido que éste ha tenido que mejorarse con el tiempo y ahora aporta "datos de gestión ágil y personalizables". 


Fuente: Redacción Médica

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