martes, 6 de febrero de 2024

Consideraciones éticas sobre tecnología en salud digital aplicada a la atención de adultos mayores

El sitio especializado The Lancet, publicó un trabajo compartido de investigadores acerca de cómo ha disminuido la brecha digital entre adultos mayores.



La tecnología de salud digital tiene el potencial de revolucionar la atención geriátrica. La brecha digital ha disminuido entre los adultos mayores, y más de un tercio de los adultos de 50 años o más en los Estados Unidos ya utilizan la tecnología para su salud o independencia. Los tipos de dispositivos son amplios (sensores portátiles y no portátiles, tabletas, teléfonos , computadoras, cámaras, robots y tecnología activada por voz) y tienen el potencial de mejorar dos dominios clave de la atención médica: el monitoreo (actividad, sueño, glucosa, presión arterial, frecuencia cardíaca, caídas, fragilidad, función cognitiva y adherencia a la medicación o al tratamiento) y prestación de servicios (visitas remotas a proveedores, educación, recordatorios e intercambio de información de salud). Estas tecnologías podrían mejorar la calidad de vida, mejorar el acceso a la atención médica, permitir la detección más temprana de problemas de salud y fomentar la participación de pacientes y cuidadores.

Si bien estas tecnologías tienen el potencial de mejorar la atención a los adultos mayores, se deben abordar importantes consideraciones éticas para reducir la brecha digital y las disparidades en salud. En este comentario, describimos tres consideraciones éticas cruciales para la tecnología de salud digital en la atención de adultos mayores: equidad, privacidad y responsabilidad de los datos. También ofrecemos sugerencias para futuras investigaciones y acciones para abordar cada consideración ética antes de que la tecnología sanitaria se implemente ampliamente en contextos clínicos.

La equidad tecnológica requiere igualar el acceso a todos los elementos necesarios para el uso de la tecnología entre personas con distintos conocimientos tecnológicos. Estos elementos incluyen Internet de alta calidad; configuración y soporte tecnológico; datos y algoritmos de código abierto; y usabilidad, adopción y adaptabilidad del programa. Las desigualdades están presentes en todos estos ámbitos. Por ejemplo, los adultos mayores con menores ingresos siguen teniendo menor acceso a teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras y banda ancha doméstica.

Los investigadores pueden integrar marcos de equidad en los estudios de tecnología sanitaria y garantizar que se informe sobre la demografía de los participantes, así como sobre la alfabetización digital, para ayudar a identificar las brechas de equidad. A medida que los algoritmos de predicción se vuelven más universales, existe una mayor necesidad de probar estos algoritmos en los participantes orígenes diversos. Garantizar que en este tipo de investigación se incluyan participantes de diversos orígenes ayuda a mitigar los efectos de los sesgos de los algoritmos y a garantizar que las experiencias vividas de estas personas estén representadas. Además, los investigadores deben incluir a miembros de grupos clave (pacientes, cuidadores y médicos) en el desarrollo de tecnología de salud digital para adultos mayores, y deben aplicar estrategias de diseño centradas en el usuario para garantizar que los datos sean clínicamente útiles y significativos, especialmente para aquellos más propensos a tener dificultades con la tecnología. Por ejemplo, un informe de 2021 mostró que entre el 39% y el 45% de los adultos de 50 años o más en Norteamérica sienten que la tecnología actual no está diseñada pensando en personas de todas las edades. Ampliar la inclusión de los participantes en la investigación y el diseño de tecnología, en particular los participantes de grupos sistemáticamente marginados (por ejemplo, los afroamericanos), pueden permitir una mejor representación de la gama de alfabetización digital, acceso a la tecnología y el interés en la tecnología de salud digital. Las barreras en el acceso y utilización de las tecnologías sanitarias por parte de los participantes deben identificarse y abordarse de manera proactiva antes de su implementación.

Mantener el más alto nivel de privacidad de datos durante todo el ciclo de vida de los datos es crucial para las tecnologías sanitarias. Existen muchas preocupaciones sobre la privacidad de los datos en torno a la propiedad, la transferencia y el almacenamiento de los datos. Se necesitan investigaciones que examinen las perspectivas de los adultos mayores sobre la privacidad de los datos y sus posibles dudas en el uso de la tecnología sanitaria debido a preocupaciones sobre la privacidad de los datos, especialmente a medida que el monitoreo continuo se integra al sistema de atención médica.

Además, se necesitan políticas de seguridad y privacidad de datos preventivas, transparentes y universales para toda la tecnología sanitaria, que abarquen la recopilación, el almacenamiento, la transferencia, la propiedad y el intercambio de datos sin procesar. Como mínimo, toda la tecnología en salud digital (en los EE. UU.) que recopila datos de salud debe cumplir con los estándares de la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro Médico para aplicaciones de investigación y no investigación (por ejemplo, con fines de lucro). También se necesitan algoritmos transparentes de código abierto para la detección y el seguimiento coherentes de los riesgos para la salud en todos los sistemas de atención sanitaria.

Las tecnologías sanitarias introducirán datos nuevos sustanciales, junto con la responsabilidad de responder a datos anormales, como frecuencias cardíacas anormalmente altas o una caída. Existe el riesgo de sobrecarga de datos tanto para los pacientes como para los proveedores. Actualmente, no existe una infraestructura clínica para integrar datos en la atención de rutina, ni orientación sobre la responsabilidad de los médicos para monitorear los datos remotos, pocas políticas de reembolso para la revisión continua de datos y ninguna capacitación de los médicos para la revisión de datos. Para una integración efectiva de la tecnología de salud digital, los sistemas de atención médica necesitarían: protocolos para responder a las alarmas de monitoreo; tecnología sistemas de soporte tecnológico para la extracción y protección de datos, actualizaciones de software y capacitación de usuarios; paneles para integrar nuevos datos en registros médicos electrónicos; y mecanismos de revisión y facturación de datos fuera de las visitas sanitarias.

Los estudios científicos de implementación pueden ayudar a determinar cómo, cuándo y dónde deben encajar los datos en los flujos de trabajo clínicos. Específicamente, el desarrollo y la investigación de paneles de datos sólidos pueden ayudar a garantizar la eficiencia y la utilidad clínica. Además, es necesario evaluar el valor clínico del monitoreo de datos y las respuestas posteriores a datos anormales antes de implementar la tecnología en la práctica clínica. Se necesitan más estudios económicos que describan los costos y beneficios de la tecnología para el sistema de atención médica en los Estados Unidos.



Fuente: Puntual

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