La utilidad de la inteligencia artificial en el mejoramiento de nuestra salud

La Inteligencia Artificial /IA) en la salud constituye uno de los más importantes avances de los últimos tiempos, estando ambos estrechamente ligados. Consiste en el uso de modelos de aprendizaje automático para buscar datos médicos, y descubrir conocimientos que ayuden a mejorar los resultados de salud y las experiencias de los pacientes. Gracias a los avances recientes en ciencias de la computación e informática, la IA se está constituyendo en una parte integral de la atención médica moderna.

En un reciente informe la OMS dice que “la inteligencia artificial puede utilizarse, lo que ya se está haciendo en algunos países ricos, para mejorar la velocidad y la precisión del diagnóstico y la detección de enfermedades; facilitar la atención clínica; reforzar la investigación en el ámbito de la salud y el desarrollo de medicamentos, y apoyar diversas intervenciones de salud pública, como la vigilancia de la morbilidad, la respuesta a los brotes y la gestión de los sistemas de salud”.

Los algoritmos de IA y otras aplicaciones impulsadas por IA se emplean para ayudar a los médicos en situaciones de aplicación clínicas y en investigaciones que se están desarrollando. En el momento actual, en el terreno de las imágenes, la IA se emplea para la lectura con altísima precisión de tomografías computarizadas, radiografías como las mamografías (varios centros en CABA la emplean en la interpretación de mamografías), resonancias magnéticas y otras imágenes, en busca de lesiones muchas veces no detectadas por el médico radiólogo.

La revolución que impensadamente produjo la pandemia hizo que numerosas organizaciones de salud comenzaran a utilizar nuevas tecnologías compatibles con IA, como algoritmos diseñados para colaborar en el no solo control de pacientes, sino también en la evaluación de respuestas en pacientes afectados por el COVID-19.

A título de información, citaré algunas de las aplicaciones prácticas en la atención de pacientes donde la IA está ya ocupando un lugar. Uno de los empleos es el  monitoreo de los controles de los signos vitales de los pacientes internados en terapia intensiva, alertando a los médicos cuando a través de la recopilación de datos de todos los aparatos al que el paciente está conectado, presenta un  incremento del  de riesgo de vida.

Otra posibilidad en marcha es el empleo como asistente de pacientes las 24 hs del día con un sistema de atención médica virtual que podría responder preguntas basadas en el historial médico, las preferencias y las necesidades personales del paciente. Ocurre que ha muchos pacientes se le plantean dudas en horarios en que no hay atención médica por citación, o los pacientes carecen de turno para obtener la respuesta que desea. En estos casos la IA está disponible las 24 horas a través de chatbots que responden preguntas básicas y brindar recursos a los pacientes. Un ejemplo práctico es la incorporación en EEUU de la IA a la cesación tabáquica.

Aquel fumador que desea dejar de hacerlo tiene todas las guías y procedimientos a realizar durante todo el día y la noche, que le proporciona todas la alternativas personalizadas  para llegar a concretar su deseo y mejorar su calidad de vida. Respecto a este punto, la OMS dice que “la IA también podría permitir que los pacientes tuvieran un mayor control de su propia atención de salud y comprendieran mejor la evolución de sus necesidades. Además, podría facilitar el acceso a los servicios de salud en los países con escasos recursos y las comunidades rurales, donde los pacientes a menudo tienen dificultades para acceder a los agentes de salud o al personal médico”.

La investigación dentro del área de salud es otro ítem, donde la IA está ocupando lugares prioritarios. El descubrimiento de nuevos fármacos como las vacunas para el Covid 19, resulta complejo y costoso. La IA mejora los diseños de fármacos y encuentra nuevas combinaciones de fármacos prometedoras.

Asimismo, la incorporación de la IA a la atención diaria proporciona a los médicos información basada en evidencia sobre tratamientos y procedimientos destinados al paciente, mientras todavía está en la habitación internado. Existen datos recientes, recopilados de 53 estudios, que muestran que la IA incrementa la  seguridad del paciente al mejorar la detección de errores y la gestión de medicamentos.

Finalmente, la OMS nos advierte que si bien “la IA ofrece grandes expectativas para mejorar la prestación de atención de salud y la medicina en todo el mundo, debe tenerse en cuenta siempre e que la ética y los derechos humanos ocupen un lugar central en su concepción, despliegue y utilización”.

Fuente: economiasolidaria.com.ar